Encuentra casas de huéspedes en Galicia

El edificio es grande, hay un lobby acogedor en la recepción, disponen de maquinas vending, una sala/comedor con vistas preciosa con neveras, microondas, ustensilos. Lavabos con baños y duchas si llegas antes del checkin. Desayuno incluido estaba bien. Recepción 24hrs. He estado en varias pensiones y hostales durante 10 dias y este me gustó mucho por sus servicios y la relación calidad/precio. Despues de hacer el camino de santiago se agradece tener esas comodidades. Personal agradable y atento!

El mejor desayuno de todos los hostales y pensiones en los que nos quedamos haciendo el Camino. Muy buena ubicación . Cómodo a pesar de tener el baño compartido.

Muy buena ubicación. El hostal es limpio y está bien cuidado. Pese a estar en una calle concurrida no se escuchaba el ruido de la calle. Hay un rincón para tomarte un té o café. El sistema de códigos para entra al hostal y a la pensión nos funcionó bien.

Un hostal justo. Para un viaje de trabajo puede valer, pero está más cerca de la pensión que de hotel.

Está bien situado en Arzua, y la zona es muy tranquila. Por dentro es muy muy nuevo y la habitación parece la de un hotel, más que de un hostal o una pensión. Las camas y almohadas comodísimas. El baño muy amplio, limpio, con luz natural, gel y champú de cortesía. Realmente cómodo.

Mucho más que una pensión. Es un hostal de categoría. La atención es de primera calidad.

La Pensión Roma es uno de esos lugares que destacan por la excelente relación entre calidad y precio que, seamos sinceros, es lo que se pide en la mayoría de viajes. El lugar destaca por su limpieza e independencia, puesto que recibirás las llaves del edificio y la habitación en la que te encuentras. La mujer que atiende es muy agradable y dispuesta. El hostal destaca por su extremada limpieza.

Limpieza, relación calidad/precio, y sobretodo el trato. He leído alguna opinión negativas sobre la persona que regenta la pensión (una mujer de origen asiático), pero en realidad fue lo mejor de la estancia… muy atenta, nos ofreció hasta unos tapones para dormir (por si alguno del grupo roncaba), una botella de agua a la llegada y otra a la salida. salíamos del hostal a las 12:00h, y nos dejo que dejásemos la mochila hasta las 18:00h, e incluso ducharnos antes de ir al aeropuerto. un trato exquisito.

El albergue cumple su cometido de dar cobijo a los pelegrinos que van de paso. Yo fui por 4 noches porque tenía poco presupuesto y se hace incómodo porque no tiene las comodidades mínimas de un hostal o pensión. El área común tenía una tele que ya no está y ha quedado más como zona para lavar. Aún así está en pleno casco histórico, cerca de todos los puntos de interés. Las dos chicas de la recepción son muy serviciales y atentas.